Bajo la falda de la larga noche caminé todo camino, luego me senté para morir al alba.



27 de julio de 2010

Fragmentos....

Del lado de aca...


Siempre es así, siempre el desencuentro tiene sabor a whisky barato y cigarrillos húmedos. Esta vez fue antes, lo que para Tonio lo hacia mas grave. Y es que, quien puede estar de buen humor con este calor y las sabanas roídas.
Era eso o mas bien que el no sabia quererla como ella necesitaba, que mas daba andar pensando en como cerro la puerta y en las lagrimas que le caían gordas y pesadas como lluvia de otoño. O en el fastidio de este domingo gris.
Y tampoco se estaba tan mal allí, fumando a oscuras, claro que pronto tendría que levantarse y salir a buscarla a tontas por las calles, no fuera cosa de que le pasara algo. Porque Sunita no volvería sola, Había que encontrarla y darle de beber agua fresca y llevarla de regreso a la pieza de hotel para que comiera alguna cosa y con suerte, si ya habían arreglado la cañería, obligarla a entrar en la ducha. Y entonces si, entonces el agua caliente cayendo sobre su piel lavaría las penurias del día y Tonio malo, seria otra vez Tonio bueno y frotaría la espalda y luego mas abajo hasta que la espuma se confundiría con el fino bello y Sunita ronronearía otra vez para Tonio.
Pero hacia tanto calor que mejor estarse allí y prender un cigarrillo con el pucho del otro y dejar que el día pase, que Sunita pase, que Tonio pase...
Claro que estaban los amigos y casi seguro que pronto vendrían a buscarlo y el discurso de siempre y las miradas de entendimiento y el encogimiento de hombros...
Eso mas que seguro, ese gesto de anonadamiento casi instintivo de encoger los hombros ante la falta de respuestas, precisamente aquel mismo gesto que Tonio ensayaba mentalmente sobre las cobijas sucias y que jodido , que reverenda mente jodido no poder encoger los hombros y cerrar los ojos, estarce en la pieza hasta la noche y olvidar...

                                         Del lado de alla....

Sunita cerro la puerta y corrió por las escaleras sin ver ni ser vista, enjugo sus lagrimas con la manga de la camisa rosa y se ato el pelo en una cola firme y alta, eso demostraba que estaba ofuscada, en vez de acomodar sus cabellos en bandos y cepillarlos suavemente hasta que brillaran al sol del medio día los sujeto de un tirón como si no tuvieran importancia y solo fueran una molestia. Caminar no era precisamente lo que hacia sino que por el contrario arrastraba su cuerpo sin ritmo y raudamente a través de las calles, obviamente no iba a ningún lado sino que se alejaba de algo, de alguien, de Tonio y sus palabras, tontas, tontas palabras, si eso eran.
 A pesar de que tonio y sus amigos fueran tan inteligentes y charlaran siempre de cosas que ella no comprendía, con esas palabras tan difíciles que ella buscaba noche tras noche en el cementerio como aquella otra pobre chica de aquella larga novela llamaba al diccionario - como era su nombre? A si maga, pero no, siempre era lo mismo, siempre haciendo esfuerzos por recordar correctamente, eso es era La Maga, valla nombresito y su amante tan insensible tan muerto por dentro se llamaba Oracio y después todos jugaban a saltar a la soga o era a la rayuela, quien puede recordar tantas cosas....
Pero si al final con solo pensarlo un poco se notaba que no valía la pena, sino porque llamarlo cementerio, y era cierto porque estaba lleno de cosas muertas y olvidadas que a nadie importaban mas que a Tonio. Claro que a ella le importaba Tonio y entonces se quemaba las pestañas noche tras noche para entenderlo mejor para quererlo mejor...
Mejor seguir caminado, mejor oír el ruido de los cafés y los bocinasos de la gran ciudad y quizás sentarse en una plaza con palomas y viejos jugando al ajedrez. O quizás si no se había desviado demasiado entrar al mercado de flores e intoxicarse con el perfume de miles de capullos y corolas hasta marearse y tener que salir de vuelta al aire viciado por el humo y las frituras de los puestos de comidas.
Que suerte El teatro San Martín y un ciclo de películas checas seis horas de absurdo y profunda pena ajena deberían bastar para sonreír de nuevo, pero no hoy, no esta vez, porque esta vez no era una niñería como el decía siempre, ahora se sentía enfadada y el enfado le daba coraje y el coraje tenia nombre de pueblo chico y de abuela lejana y autobús de provincias y que me encuentre si puede.
Así es como viaja el desengaño, pensó en el tercer asiento...

7 comentarios:

  1. Bonita historia, ... sabré lo que pasa al final entre los dos???

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  2. holaaa hermano mio
    gracias por pasar, me alegra mucho que te allan gustado los poemas, si son todos mios, fue un brote de inspiracion, y decidi aprovecharlo por este medio.

    que bonito tu cuento, me gusta mucho como una palabra te lleva a leer la otra, y asi se hace sencillo y liviano leerlo, y no importa si es extenso porque te tiene atrapada.

    yo tambien espero seguir leyendo tus bellas obras.
    besos, y abrazos de planeta tierra.
    sabi.

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  3. Vine a través de haberte leído en el blog de Zirta. Volveré para leerte con detenimiento.

    Un abrazo,

    Andri

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  4. Ariel, qué linda tu respuesta y qué lindo tu relato, me han gustado mucho ambos.

    Con relación al relato, la verdad es que el tercer asiento tiene razón con eso de así es como viaja el desengaño. A ver el desenlace que tal va!!!

    Un beso enorme estés donde estés, y honor que me haces al decir seguirme,


    Andri

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  5. intoxicarse de perfume y viajar el desengaño en el tercer asiento. muy buen relato

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  6. Ariel, he vuelto después de unos buenos días de recogimiento, pues me sentía muy deprimida, sin saber ni por qué.

    Me ha encantado el poema que te surgió a través de mis jaulas y mis monstruos, muy bello. Por qué eres así de dulce?
    No imaginaba que mis palabras pudieran inspirar la ternura que leí en tu poema. Muchas gracias con toda mi alma, parece que he encontrado un buen amigo en ti...y sabes que? Me fascina inspirarte cosas, que saques de tu interior todo eso que tienes tan lindo, y saca también todo lo que te guste menos, pues todo es muy importante.

    Un besote,

    Andri

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  7. Ariel, vuelve pronto. Se te extraña.

    Un abrazo,

    Yo

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